Consideraciones, políticamente incorrectas, sobre la realidad de la Educación en España




Antes de la era LOGSE existían los institutos de Bachillerato y los de Formación Profesional y en el imaginario colectivo abundaba la creencia, no falta de verdad, de que los buenos alumnos iban a los centros de Bachillerato y los "malos alumnos", los que no "servían para estudiar", cursaban estudios profesionales. Con la LOGSE, todos los institutos se convirtieron en centros de Educación Secundaria y pasaron a impartir, además de la ESO (secundaria obligatoria), enseñanzas de Bachillerato y Formación Profesional (secundaria no obligatoria) indistintamente.

No obstante, los centros mantuvieron la rémora o privilegio de su fama pasada y en ese imaginario colectivo, siguen existiendo buenos y malos centros, a pesar de que las enseñanzas que se impartan ahora no difieran en unos y en otros.

Y esa "fama" o "prestigio heredado" decanta la elección de centro que el alumnado o sus familias realizan. A pesar de que los institutos están adscritos a "zonas o sectores" de colegios de Educación Primaria, los "buenos alumnos" tratan de obtener plaza en los "buenos institutos" y los alumnos de peores resultados o que no muestran interés por el estudio, se decantan por los "malos institutos" en la creencia de que en ellos el nivel de exigencia es bastante inferior. Falacias, mitos, creencias erróneas, que son tomadas como verdad por la sociedad, fundamentalmente en la zona rural.

A lo largo de mis años de docencia, he trabajado en "buenos institutos", que lo eran simplemente porque en el pasado impartían enseñanzas de bachillerato y en "malos institutos", que lo eran por el motivo contrario.

Mi destino actual, y probablemente lo será durante muchos años, es un "instituto malo" y debo decir que la fama no es inmerecida. Se ubica en una zona rural y en el pasado ofrecía únicamente enseñanzas profesionales. Es un centro muy antiguo y tradicionalmente cursaban estudios en él todos los jóvenes que "no servían para estudiar". En el pueblo hay también un "buen instituto" y debo aceptar que la fama tampoco es inmerecida. Los resultados académicos de uno y otro se ajustan perfectamente a la fama que les precede.

Pero hablemos del mío, de mi centro. Por cuestiones de política educativa, se convirtió en centro de atención preferente de minorías étnicas (sin eufemismos: gitanos, para entendernos) y de población inmigrante (marroquíes, rumanos y sudamericanos). Con estas circunstancias, el alumnado de mi centro está conformado por el siguiente batiburrillo:

- 40% de alumnado español con antecedentes de fracaso escolar, alumnos con necesidades          educativas específicas, alumnos desmotivados y absentistas u objetores escolares.
- 30% de alumnado inmigrante
- 20% de alumnado gitano*
- 10% de alumnado español, de resultados académicos normales o buenos.

*lógicamente el alumnado gitano podría ser incluido en la categoría de "alumnado español", pero todos sabemos que merecen ocupan una "categoría diferente". No son precisas más explicaciones.

Conviene aclarar, también, que el 100% del alumnado gitano acude a clase por situaciones tan diversas como: no perder las ayudas sociales, imposición de las autoridades, en el centro se está mejor que en casa y aprovechamos para hacer negocios (trapichear). Los mismo cabe decir de la mayor parte del alumnado inmigrante. Se que estas afirmaciones no son políticamente correctas, pero son la realidad, y yo no soy una persona políticamente correcta, qué quieren que les diga.

Bien, expuesto el panorama, debo aclarar que esos porcentajes conforman la normalidad del centro, la distribución estadística normal, la curva de Gauss. No obstante, en el reducido contexto del aula, la campana de Gauss en ocasiones se deforma y se convierte en la siguiente "anormalidad estadística": clases en la que todos los alumnos, salvo en 5%, son gitanos o inmigrantes. O grupos en las que todos los alumnos son gitanos o todos inmigrantes o todos absentistas. En fin, situaciones curiosas que se producen, sobretodo, en algunas asignaturas optativas y en los Programas de Cualificación Profesional Inicial.

Yo imparto docencia a estos "grupos especiales" de alumnos y ya que, como habrán observado, soy proclive a las estadísticas, les diré que los 50 minutos de clase se evolucionan del siguiente modo:

- Los 10 minutos iniciales los ocupo en "obligarles" a entrar en el aula, "conminarles" a que se sienten y adopten una postura respetuosa y adecuada. 
- Los 15 minutos siguientes: revisión de tareas, recuerdo de las explicaciones del día anterior, inicio de las nuevas explicaciones (docencia pura y dura) 
- Los 10 minutos siguientes: interrupción de la clase por parte de los alborotadores, intentos de restaurar el clima del aula, detener alguna pelea. 
- El resto del tiempo: mediar en el conflicto iniciado, incautación de elementos diversos (teléfonos móviles, drogas, armas variadas: cúter, pequeñas navajas), sancionar, castigar, expedientar. 
- Antes del fin de la clase: intento de restaurar el clima, revisión de lo sucedido, compromiso de que no vuelva a ocurrir. En estos momentos en ocasiones recibo insultos, amenazas o intento de agresión (que en algún momento de mi pasado llegó a consumarse). Y recurro a mi competencia profesional y a mi valor personal para lograr que ese alumno violento que me saca  2 cabezas de altura y pesa el doble que yo, me respete y termine por disculparse y achantarse.
Y jamás, jamás, salir del aula con los ánimos exaltados ni por parte de ellos, lo que les convertiría en elementos peligros al llegar al pasillo, ni por mi parte, para no perjudicar al grupo al que voy a dar clase en la hora siguiente. Grupo en el que volverán a repetirse situaciones parecidas.

Este es el día a día de muchos profesores en España. Y ahora, lanzo el siguiente mensaje a los políticos, y a la sociedad: en este contexto, ¿me están pidiendo resultados académicos? ¡Bastante hago con impedir que se maten, oiga usted! Y si además consigo que aprendan y que adquieran la educación que no tienen y algunos valores que les faltan, que también lo consigo, porque para eso soy una excelente profesional, bastante éxito educativo he logrado.

No me hablen de informes PISA ni de cómo van las cosas en Finlandia o en Corea. A  ellos quisiera yo ver enfrentándose cada día a la realidad de algunos de nuestros centros.

Somos magníficos profesores obteniendo resultados, en ocasiones, milagrosos. Y esa es la auténtica calidad de la enseñanza.



Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

10 comentarios:

  1. Esa es la realidad... Y tiene solución. Bastaría con encerrar una par de horitas a todos y cada uno de los que han redactado alguna Ley educativa en España en los últimos 23 años. A Galfred el primero. Si pasada una semana no se ha solucionado, subir el tiempo de presencia en el Aula a 4 horas y así sucesivamente, 8, 16, 32 :))) En el supuesto de que salieran mal parados por una u otra razón que se entiendan con los papás y mamás :))) En caso de muerte no nos hacemos responsables.

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  2. Jajajajajajajaja. Genial, tu comentario. Y qué razón tienes. A los ideólogos de algunas leyes (véase Marchesi, Coll, en el caso de la LOGSE), metería yo en mi aula. Ellos, que nunca se han movido de sus cómodas cátedras universitarias, ese Olimpo, tan alejado de la realidad.

    Un beso, amigo

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  3. Lagartija,

    · La situación en la enseñanza es aún más grave de como la pintas. Y no se limita sólo a la enseñanza secundaria, ni sólo a los institutos con porcentajes importantes de "gitanos españoles" e inmmigrantes.

    · Se trata, más bien, de un mal endémico de la enseñanza en España. Yo puedo testificar de lo que pasa en la Universidad, donde trabajo desde hace 25 años. Muchas de las cosas que cuentas se producen también en las aulas de las universidades de Cataluña, donde imparto enseñanza.

    · Y luego se dice que a la universidad llega la flor y la nata de la juventud española y que de ella sale la mejor y más formada juventud española de todos los tiempos. ¡Todo, un cuento! ¡Todo, mentira!

    · A esto he dedicado dos textos, que he publicado en HONESTIDAD RADICAL y en otros medios de comunicación: "¿La generación JASP?" y "Universidades a la Boloñesa".

    Un cordial saludo y sigamos propalando aquello que los demas no quieren oír,

    Manuel I. Cabezas

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  4. Querido Manuel: tienes razón, la realidad es aún peor de como yo la pinto, pero me he limitado sólo a la parcela de lo social y del clima en las aulas.

    Hay que abordar otros aspectos como los académicos, las programaciones, la falta de motivación, la escasa capacidad de trabajo, de autonomía, la inmadurez del alumnado, etc.

    Mi experiencia, como la tuya, es de 25 años e imparto docencia también en Bachillerato, por lo que conozco en qué "estado" te llegan los alumnos.

    La flor y nata se terminó con nuestra generación; ahora llegan a la universidad flores de plástico y nata artificial.

    Un abrazo, compañero.

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  5. Casi 40 de experiencia en Bachillerato, Secundaria y FP. Por oposición / es libres, de alcance estatal.
    Hasta los huevos.
    Me (nos) degradaron en su día, haciéndome autonómico y limitando muchísimo mi condición de funcionario del Estado. Vi casi llorar a algún viejo catedrático,entonces; pero a nadie pareció importarle, y menos que a nadie a los Sindicatos, tan ufanos ellos, que pintan en la Enseñanza lo mismo que la Tomasa en los títeres. Sobran los sindicatos, pero han servido para generar una legión innumerable de paniaguados y de estómagos agradecidos, de tontos útiles,compañeros de viaje y voluntades cautivas
    Todo ha ido a peor sistemáticamente. Hay un empeño por destruir que nace de las putas cajas rojas, Rubalcaba, Maravall, Marchesi, Coll y las pajas mentales de todos estos ínclitos próceres.
    Por no hablar de sueldos, que sólo Adolfo Suárez nos puso como debía ser.
    Más tarde, vinieron a llenarse los Institutos de gentes pakistaníes, de orientadores, de profes de diver, de ámbito, de nees, y otros, que CADA VEZ TIENEN MÁS PODER y condicionan por completo los horarios ( y, lo que es peor. las tareas) del los profesores normales.
    Si pudiéramos hacer que algo empezase a cambiar para bien, esto sería lo primero que habría que quitar: la exageradísima importancia que tienen en la práctica los departamentos de orientación.
    Por decirlo de una vez: Hay que quitar los departamentos de Orientación ( y fíjense que no digo el psicólogo escolar, o el profe especialista en audición y lenguaje: digo los departamentos, la superestructura oprobiosa que acogota cualquier iniciativa individual.
    Encima, los progres y las autoridades educativas afirman que estamos mejor que nunca, que cada generación aprende lo que tiene que aprender, que las quejas de los viejos no son para tanto, que hay que ser optimista... Y que nuestro sueldo es de los mejores de la OCDE, y de la UE, y de to's laos...
    Para colmo, no llego -por poco- a los 60 años.
    En cuanto llegue, si todavía es posible, abur, señores.
    Casi 40 de experiencia en Bachillerato, Secundaria y FP. Por oposición / es libres, de alcance estatal.
    Hasta los huevos.
    Me (nos) degradaron en su día, haciéndome autonómico y limitando muchísimo mi condición de funcionario del Estado. Vi casi llorar a algún viejo catedrático,entonces; pero a nadie pareció importarle, y menos que a nadie a los Sindicatos, tan ufanos ellos, que pintan en la Enseñanza lo mismo que la Tomasa en los títeres. Sobran los sindicatos, pero han servido para generar una legión innumerable de paniaguados y de estómagos agradecidos, de tontos útiles,compañeros de viaje y voluntades cautivas
    Todo ha ido a peor sistemáticamente. Hay un empeño por destruir que nace de las putas cajas rojas, Rubalcaba, Maravall, Marchesi, Coll y las pajas mentales de todos estos ínclitos próceres.
    Por no hablar de sueldos, que sólo Adolfo Suárez nos puso como debía ser.
    Más tarde, vinieron a llenarse los Institutos de gentes pakistaníes, de orientadores, de profes de diver, de ámbito, de nees, y otros, que CADA VEZ TIENEN MÁS PODER y condicionan por completo los horarios ( y, lo que es peor. las tareas) del los profesores normales.
    Si pudiéramos hacer que algo empezase a cambiar para bien, esto sería lo primero que habría que quitar: la exageradísima importancia que tienen en la práctica los departamentos de orientación.
    Por decirlo de una vez: Hay que quitar los departamentos de Orientación ( y fíjense que no digo el psicólogo escolar, o el profe especialista en audición y lenguaje: digo los departamentos, la superestructura oprobiosa que acogota cualquier iniciativa individual.
    Encima, los progres y las autoridades educativas afirman que estamos mejor que nunca, que cada generación aprende lo que tiene que aprender, que las quejas de los viejos no son para tanto, que hay que ser optimista... Y que nuestro sueldo es de los mejores de la OCDE, y de la UE, y de to's laos...
    Para colmo, no llego -por poco- a los 60 años.
    En cuanto llegue, si todavía es posible, abur, señores.

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    Respuestas
    1. Anónimo 5 de febrero de 2013 19:43,

      · No eres el único "quemado" o "achicharrado" en el sistema educativo español. Tengo amigos y conocidos (en Madrid, Pamplona y Cataluña), en primaria y secundaria, que se han pirado de la enseñanza a los 60 años. Estaban "hasta los huevos", como dices tú.

      · En la Universidad, donde oficio yo, no se dan tantos casos (yo sólo conozco uno). Más bien, sucede todo lo contrario. Los profesores que llegan a los 65, muchos solicitan seguir 5 años más como "profesor emérito", por lo de mantener el sueldo y el poder adquisitivo.

      Un cordial saludo, anónimo "escribidor",

      Manuel I. Cabezas

      Post scriptum:
      - Una cosa que no comprendo es que, en España y en este principio del siglo XXI, la mayor parte de los internautas utilicen un seudónimo o simplemente un anónimo para rubricar sus comentarios.
      - Lagartija y Anónimo 5 de febrero de 2013 19:43, lo que hemos verbalizado en nuestros comentarios no es nada extraño, ni peligroso, no es ninguna cosa del otro jueves. Es la vida misma.

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  6. Lamento haberme repetido. Quítenlo, por favor.

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    1. No puedo eliminar el texto duplicado, ya que los comentarios sólo pueden eliminarse, pero no modificarse. No tiene importancia

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  7. Anónimo 5 de febrero de 2013 19:43
    Comparto gran parte de lo que expones, incluido los de las "putas cajas rojas". Recuerda, que antes tuvimos el Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo y los Diseños Curriculares Base. Cuánto tiempo malgastamos en aquellos primeros proyectos curriculares, copiados de las cajitas rojas. Uf, qué mayores somos, ¿verdad?
    Soy una pakistaní, lo confieso, y te puedo asegurar que es el puesto más incómodo del claustro, porque tantos años después, en muchos centros seguimos siéndolo. Ningún otro docente tiene que demostrar cada día su valía como nosotros, ni ganarse hora tras hora el reconocimiento de los demás. Pero también estoy de acuerdo en parte contigo: los departamentos de orientación son una estructura inútil tal y como están actualmente. El tema de los horarios se resolvería, en parte, si los profesores de ámbito y los programas de diversificación curricular, se incardinaran en los departamentos de Matemáticas, Biología, Física, Tecnología, Lengua, etc. Y lo mismo cabe decir del profesorado de apoyo al área práctica de los PCPI, deberían pertenecer al departamento profesional correspondiente. Soy jefa del departamento de orientación desde que existen los departamentos, hace 20 años y no dejo de ver como totalmente improductivas las reuniones de coordinación con profesores de ámbitos tan alejados del mío. Eso sí, la figura del psicólogo escolar es absolutamente necesaria. Y digo Psicólogo, y no Pedagogo o Psicopedagogo. Soy psicóloga, y considero un grave problema de intrusismo profesional que existen orientadores de cualquier especialidad, que se permitan el lujo de realizar diagnósticos, pasar tests y diseñar programas de rehabilitación. Es un delito,auspiciado por la administración. Por supuesto, también son imprescindibles las figuras del profesorado de apoyo, AL y PT. Supongo que estarás de acuerdo conmigo. ¿Quién, si no, va a encargarse de tus alumnos que presentan nee y asesorarte para su atención y adaptación curricular?

    Un saludo!

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    1. Querida Lagartija: No es la primera vez que comienzo una entrada a partir de alguna tuya. Aquí te dejo el enlace como respuesta. Espero que te guste: http://queduquequeducuando.blogspot.com.es/2013/02/como-ha-sido-la-tarea-de-los.html

      PD: A mí también me interesa que me hablen más de cómo van las cosas en los centros españoles, y no sólo de Finlandia.

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