tag:blogger.com,1999:blog-6092029779314548831.post2075446438855301035..comments2024-03-18T19:05:56.215+01:00Comments on CAVILACIONES DE LAGARTIJA: Quién vive y quién muereUnknownnoreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-6092029779314548831.post-34709126169770526662015-07-02T11:13:57.835+02:002015-07-02T11:13:57.835+02:00Ojalá fuera fácil tomar ciertas decisiones en segú...Ojalá fuera fácil tomar ciertas decisiones en según qué circunstancias, especialmente las que tienen que ver con la vida y la muerte. Verse bajo un cartel que dice a propios y extraños que uno es un enfermo final o inviable, que no se es candidato a trasplante, que será fusilado al amanecer o que se es calificado con cualquier otro eufemismo parecido, debe ser demoledor. De hecho, me cuesta creer desde la perspectiva que tengo ahora que ninguna de esas etiquetas pudiera ser aceptada en ningún grado por la víctima o por sus deudos.<br />Sin embargo, y considerando que creo que el ser humano no es capaz de hablar de forma racional de su propia muerte, porque de ser así el mundo sería radicalmente diferente, he visto con mis propios ojos a personas muy sensatas, muy nobles y muy queridas por mí, pedir a gritos una muerte que ojalá hubiera estado en mis manos proporcionársela. <br />Estoy contigo, querida Lagartija, en que la decisión de dar por perdida la esperanza de vida de alguien es algo que me repugna en lo más íntimo, aun a pesar de saber y aceptar de buen grado que existen miles de camas en hospitales especializados exclusivamente en cuidados paliativos que trabajan precisamente bajo esa hipótesis. Sin embargo, junto a ese calificativo impuesto que te define incompatible con la vida, coexiste otra etiqueta que yo pondría en marco dorado: el derecho a una muerte digna; la eutanasia, no como una condena por razones económicas sociales o técnicas, sino como un derecho a volver la espalda a un sufrimiento que se sabe estéril y camino de ninguna parte.<br />Si quieres, llámalo cobardía, blasfemia o bordería , pero reconoce que también hace falta valor para tomar esa decisión, pues, aunque doloroso y humillante, lo fácil es dejar que Otros, o las circunstancias, decidan por ti en algo que te afecta tan de cerca. <br />Rafael Solíshttps://www.blogger.com/profile/09866246601595144151noreply@blogger.com