Acoso escolar: El caso de Lara (3ª parte)

Entradas anteriores: 1ª parte,   2ª parte.

Llegó el lunes. Los agresores se reincorporaron al centro, a la clase. Lara pasó un mal día, muy malo, aunque no ocurrió nada, al menos nada evidente. Sólo el miedo a lo que pudiera suceder y la vergüenza por lo sucedido. Y la culpa, esa culpa que ha llegado a interiorizar con los días y que entre todos hemos le hemos clavado con chinchetas en el alma. Una mirada de reproche, una chincheta. Un gesto de desprecio, otra chincheta. No sé cuánto tiempo tardará en arrancárselas y en dejar de sentirse responsable. 

A pesar de ello, creo que todo va mejor. Hoy hubo una reunión: jefatura de estudios, tutores de nivel, coordinador de convivencia. Se valoró el dolor de la niña con todos sus matices y se trató de ver en qué nos estábamos equivocando. Fue más fácil de lo que supuse que sería, ya que con los días, quien más quien menos había ido observando otros matices que ahora completaban lo sucedido y ayudaban a entenderlo. La forma en que algunas personas habían dado la vuelta a la situación, el modo en que se buscaba apoyos aunque ello supusiera perjudicar a la única y auténtica víctima. En la reunión se analizó el tema sin dejar ningún cabo suelto, incluso me enteré de cosas que no sabía, yo que creía saberlo todo. Fuimos capaces de entendernos y de establecer un plan basado en las siguientes premisas:

  • Respecto a nuestra relación con Lara:

1) Dar credibilidad a la alumna
2) Transmitirle nuestro apoyo
3) Comprender lo que está pasando, mostrarnos empáticos
4) Definir el problema de un modo veraz, llamando a las cosas por su nombre. Es acoso.
5) Ayudar a la niña en los aspectos afectivos, en la autoestima y en la atribución de la culpabilidad, externalizándola (No eres tú, son ellos)

  • Respecto a la respuesta del centro:

5) Informar a Lara de que desde el centro se están adoptando medidas, algunas inmediatas y evidentes y otras no tanto, pero el centro hace cosas para ayudarla a ella y para castigar a los culpables. Sin justicia no hay ayuda posible, sólo la justicia ayuda a reparar el daño o al menos a consolarlo.
6) Intentar restablecer la confianza de la niña en la institución, en sus profesores. Debemos mostrarnos eficientes y transmitirlo y debemos infundir seguridad a quienes se sienten indefensos.

  • Respecto a las derivaciones del caso: Esta es una batalla más difícil de abordar. En menos de una semana el caso ha tenido ramificaciones e intrusiones que afectan a alumnos y a profesores. Se ha extendido una mancha de chapapote emocional por el pasillo de Bachillerato y hay personas pringadas. Que seamos capaces de limpiar el chapapote dependerá ahora del grado de compromiso de todos y cada uno de nosotros. De nuestro grado de compromiso con la convivencia.

Estos días, me he acordado de un caso ocurrido hace 2 años:


Phoebe Prince, 15 años. Se suicidó, víctima de acoso escolar, en 2010. 
Su caso conmoció a EEUU. Ver noticia


Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

8 comentarios:

  1. Gracias por tu interés. Espero que ya no tenga que escribir nada nada negativo en relación a este caso. Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Mucho ánimo a "Lara". Al menos habéis abierto finalmente en los profesores la necesaria herida de la conciencia del problema. Sólo así se puede evitar la negación, la relativización, la culpabilización de la víctima. Sólo así se pueden empezar a asumir responsabilidades y apoyar al máximo a Lara. Las cosas van por buen camino, no bajéis la guardia. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Me alegro muchísimo del cambio de dirección de la situación. A Lara le va a costar mucho pero podrá salir adelante. Reiterale nuestro apoyo desde aquí, que nunca sobra, y esperemos que vuelva a recuperar la ilusión por ir al instituto.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigos Alberto y Fëanar, gracias por vuestros comentarios de apoyo. Estoy contenta porque aparte de lo que los profes hayan/hayamos hecho, se han producido una serie de cambios espontáneos e inesperados a nivel de las relaciones. De alguna manera, quienes aislaron a la niña en los primeros días han cambiado su actitud y ahora se han producido algunos acercamientos a ella por parte de compañeros que antes la ignoraban. De los agresores sólo 1 mantiene intacta su actitud hostil hacia ella, pero también hacia el resto de la humanidad, él es así. Los otros creo que han recapacitado y adivino arrepentimiento y vergüenza en ellos, aunque no la expliciten. Flota en el aire un ambiente de cambio que todos percibimos y Lara empieza a mostrarse más relajada y confiada. Soy la primera sorprendida por esta mejora de la situación.

      Gracias a todos. Espero no volver a hablaros de Lara.

      Eliminar
  4. No puedo sino alegrarme de que se reconduzca la situación, pero debe haber consecuencias para los causantes y también para la profesora o será cerrar en falso que es lo que necesitan la injusticias y abusos para volver a producirse.

    ResponderEliminar
  5. Eso por supuesto. Hay un expediente en proceso para los alumnos. Respecto a la profesora.... qué quieres que te diga.... nadie le acusa a ella de nada.

    ResponderEliminar
  6. Hola Pilar: Tu tuit de hoy me ha "dado" para una modesta entrada de blog. Inmediatamente recordé estas entradas sobre Lara. Un abrazo

    http://queduquequeducuando.blogspot.com.es/2012/11/educancion-xv-responsables-basta-de.html

    ResponderEliminar