El amigo imaginario es un recurso propio de niños
fantasiosos, normalmente solitarios, al que dotan de un valor mágico.
El amigo
imaginario va contigo, nunca te deja solo, siempre escucha, juega contigo
cuando lo deseas y te cuida o protege cuando lo necesitas.
El amigo imaginario aparece repetentinamente y como es invisible, le pones el rostro que
deseas, el carácter que necesitas y una personalidad compatible con la tuya.
Se
queda contigo una larga temporada y un día, de repente, desaparece. Pero no te
importa, ya no le necesitas.
Estuvo contigo cuando hizo falta y al ser un
fantasma, un día desapareció y lo comprendiste.
No todos los niños tienen amigos imaginarios, sólo los más
especiales. Hay niños que sienten colmadas sus necesidades sociales con la sola
presencia de ese amigo y no necesitan otros. Desean llegar desde la escuela a
casa para encerrarse en su habitación, sacar los coches o la baraja, y jugar
con ese amigo. Horas. Esos niños ignoran que su amigo no es real, le ven, le
hablan y se extrañan de que otros no puedan hacerlo.
Otros niños distinguen perfectamente la diferencia entre el
amigo fantasma y el amigo que vive en el piso de arriba. Saben que no deben
hablar a otros del imaginario, porque es una invención y podrían ser tomados
por locos.
En el mundo actual, la patología del amigo imaginario se
está extendiendo a gran velocidad entre la población adulta. Se trata de un
amigo que vive en un ordenador o en un teléfono móvil, que reside en un lugar
llamado redes sociales.
Activas la red y de repente aparecen cientos de
personas por allí, pero también de personajes y estos son los peligrosos, los
que pueden llegar a convertirse en tu amigo invisible. Los personajes en twitter, por ejemplo, son personas
disfrazadas que se han vestido con la máscara de un avatar y adoptan de repente la
personalidad que describen en los 160 caracteres de una bio.
Es difícil saber quien se esconde tras esa máscara, ni
siquiera se puede estar seguro de su género, de su edad, de su honestidad.Y un día hablas con él y te interesa y comienzas a seguirle.
Con el tiempo esa persona puede llegar a cautivarte y termina convirtiéndose en
amigo imaginario. Y puedes tener tantos imaginarios como seguidores. Vas al
trabajo y te acuerdas del imaginario, paseas por la calle y consultas el móvil,
buscando al imaginario, comprobando si te mira, si te habla.
Antes de acostarte revisas si el imaginario te ha enviado
mensajes, durante la noche vuelves a comprobarlo y cuando no llegan, o tardan,
revisas el teléfono por si falla el notificador de la aplicación.
No sabes apenas nada de ese amigo imaginario, pero se ha
instalado en tu vida, quizás permanezca en ella demasiado tiempo, quizás cuando
desaparezca le eches de menos y te angusties.
Pero si el amigo imaginario de los niños desaparece cuando
estos crecen y dejan de necesitarlo y le dan la libertad, el imaginario de los
adultos tiene vida propia, voluntad propia. Y normalmente desaparece de tu vida
para convertirse en el amigo imaginario de otro.
No le dejas tú, te deja él.
Ahí está la traición que da paso al despecho.
Ahí está el peligro de los
imaginarios, de los followers, en creerte que son amigos, cuando sólo son
FANTASMAS.
recomiendo seguir el blog de lagartija, es una gran persona no es imaginaria es de Verad, te deseo mucha suerte
ResponderEliminar@solsticioazul
Querido amigo, me alegra recibirte en mi casa. Gracias por tu comentario. Vuelve cuando quieras, serás bien recibido. Un beso
ResponderEliminarUyyyyyyy... Qué mal rollooooooooooo...
ResponderEliminarSí, pero no me has dicho tu opinión. Y me interesa conocer la opinión de mis lectores, así que ya sabes.....
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