LA FLOR DE MI CEREZO
Esta mañana ha amanecido helada la flor de mi cerezo,
la escarcha hizo presa en su amable amanecer marfil y sepia,
escarcha hiriente que cercena la belleza.
La primavera ya no hará florecer mi cerezo,
flores marchitas, heladas, constritas.
Pero llegará el sol, el verano y, de las flores, un fruto nacerá.
Comeremos perdices estivales y, a los postres,
el dulce fruto sobre el mantel será la guinda:
vislumbraremos a la humillada flor en la picota.
Y cuando el estío llegue a su fin, allá en septiembre
y la brisa matutina sintamos cada vez más fresca
en el mantel quedarán los restos del fruto y las perdices.
Pasarán los meses, llegará el invierno
y el cerezo dormirá su desvelo y la flor hibernará de nuevo
y yo esperaré que despierte -como siempre-, al terminar febrero.
Este poema se ha realizado de un modo colaborativo. GRACIAS a todos los que habéis dejado vuestro poso. No soy crítica literaria, pero me encanta este poema.Si os parece que aún se le pueden agregar más versos, os dejo el enlace para que, libremente, lo hagáis.
Anda, ha quedado muy bien al final. Aporté un poquito, lo que pude; menos mal que entraron otros poetas más experimentados que yo y lo arreglaron (y alegraron) un poco ... Muy buena tu idea de poesía colaborativa. Un abrazo :D
ResponderEliminarQuerido Alberto. No puedo decir que esté orgullosa de mi poema, (sólo escribí alguna frase), pero sí de NUESTRO poema y de los amigos poetas que tengo, tú entre ellos. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminar