UNA ANTIGUA ALUMNA

Acabo de recibir este email de una antigua alumna:

Hola (:Estoy bien, por momentos, pero estoy bien.
Ahora vivimos en Andalucía, (...)
Ahora estoy estudiando por mi cuenta, para poder rehacer el curso el año que viene en Sevilla, en un internado.
La gente aqui es muy amable y se portan muy bien con nosotros.
Mi madre trabaja limpiando las casas y yo la ayudo (...)
Se podria decir que soy feliz aunque les echo muchisimo de menos y lo que peor me sienta es no haber podido despedirme de ustesd.

 Gracias por contestarme al mensaje!

Muchos besos y muchos recuerdos.

Fue mi alumna preferida durante el tiempo que estuvo en mi instituto. La conocí en 1º de la ESO, recién llegada de Rumanía. Una niña adorable, educadísima, cariñosa, muy inteligente y trabajadora. Llegó con su madre y el compañero de ésta, para trabajar en una finca agrícola, como temporeros. 

Enseguida aprendió el idioma, como todos los inmigrantes de esa zona. Llegó entusiasmada a España, dispuesta a aprovechar todas las oportunidades que nuestro país pudiera ofrecerle; quería llegar a ser neurocirujana. Y podría haberlo conseguido, sino fuera porque la vida no siempre se comporta con nosotros como nos merecemos. En este tiempo ha sufrido discriminación, vacío social, explotación y abusos varios.

Ella, -larubia-, como le gusta que la llamen, llegó hace unos años a nuestro país con su madre, dispuestas ambas a comerse el mundo, y la vida se las está comiendo a ellas. 
Qué buena neurocirujana se ha perdido la ciencia.