En defensa propia

Hace tiempo que tengo la sensación de que vivo en defensa propia. Es como si alguien se empeñara en hacerme sentir incómoda en la vida y tratara, poco a poco, de expulsarme de ella. Miro a mi alrededor y descubro a otras personas que, como yo, tratan de resistirse y se mueven incómodas en un sistema que les es cada vez más hostil. No soy la única que se siente así, al parecer.

Con el tiempo has ido construyendo tu personalidad, tus valores, tus creencias, sobre la base de tu historia propia y de la historia colectiva, de lo que te transmitieron los mayores y asumiste como verdad.  De lo que leíste en libros y enciclopedias. De lo que has aprendido y también con los años has llegado a enseñar. Los ciudadanos somos parte de un complejo engranaje, somos piezas pequeñísimas pero fundamentales para que todo encaje y funcione.  Para que el sistema no se desmorone.

Pero hace un tiempo que las cosas han comenzado a funcionar mal, chirrían, nos sobresaltan, rozan, duelen.  El sistema que nos impulsa, la organización de la que formamos parte, ha comenzado a sacudirse por obra y gracia de personas que desean que todo se desmorone.  Siempre hubo gente que encontró divertido el espectáculo de un castillo de naipes derrumbándose sobre si mismo. Pero ahora hay más gente que se divierte con ello.  Siempre hubo gente que reía viendo a otros caer, pero ahora son más.  Cada vez más. 

Y esa gente está aquí, frente a nosotros, y se divierte empujando, gritando, ofendiendo, golpeando, amenazando, insultando.  Tratan de derrumbarnos, de hacernos caer, por el mero placer de disfrutar con nuestra caída. Tratan de tirar por tierra nuestros símbolos, valores, creencias, costumbres, historia.  ¿Y por qué nos han elegido a nosotros y no a otros? Porque les resulta fácil, porque es una guerra cómoda.  Estamos cerca, muy a mano, y nos dejamos.  Somos un enemigo fácilmente manipulable y "atacable", somos aquellos a quienes han educado en la paz, en la bondad, en el amor al prójimo.  Nuestros padres nos dijeron que había que poner la otra mejilla y lo hacemos. Y de eso se aprovechan. Por todo esto hace tiempo que tengo la sensación de vivir en defensa propia.  Porque me voy a seguir defendiendo, aunque sea lo último que haga. 
Me voy a defender del que ataca mi fe, del que borra mi historia, del que anula mi libertad.
Me voy a defender de los hombres que me tratan como una sierva y de las mujeres que pretenden liberarme. Porque ambos, en el fondo, me manipulan.
Me voy a defender de los políticos corruptos y de los que se postulan como alternativa y esconden sus manos manchadas de sangre.  Porque no hay político bueno.
Me voy a defender de las personas que se presentan como la solución y previamente han ocasionado el problema que pretenden solucionar.
Me voy a defender de los medios de comunicación que han hecho de la información negocio, y venden la opinión de quien paga más.
Me voy a defender de las personas malas, porque cada vez son más y están más cerca y si me alcanzan, temo convertirme en una de ellas.
Me voy a defender de las Logias que controlan todo en la sombra, que mueven los hilos y ponen fecha de inicio y cierre a las crisis, las guerras, los inventos, las patentes, los recursos...  Bueno, de estos quizás no sepa defenderme.

Mientras tanto, mientras pueda y me dejen, yo seguiré viviendo y existiendo en defensa propia.




Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

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