En mi corazón late el invierno.
Despierta siempre oscura la mañana,
y clarea cuando asoma la alborada.
Tras un rayo breve, el frío inmenso.
En mi corazón late el invierno.
Se deshace mi piel como la nieve,
el viento abate mi voz y la enmudece
el viento abate mi voz y la enmudece
y escapan furtivas lágrimas de hielo.
Invernales son las noches y los días.
La densa niebla tiñe lo que toca,
y con su manto blanco cubre la vida.
Cierro los ojos y tapo mi boca.
La lluvia esparce mis lamentos y risas,
en remolinos de aire que me alborotan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario