EL TDAH COMO EXCUSA

En algunos foros especializados de internet leo que este trastorno -TDAH- está infradiagnosticado. En otros foros, también especializados, leo lo contrario. Y considero que ambas premisas son ciertas. Me explico. Es probable que haya en nuestras aulas niños con TDAH, que por diversos motivos pasan desapercibidos, si es que ello es posible, claro. Sí lo es cuando se trata de Déficit de Atención sin Hiperactividad. Estos niños no manifiestan una conducta alterada, por eso no llaman la atención, aunque se pasen la mañana en las nubes. No molestan, luego no les debe pasar nada. Otros niños, a pesar de la evidente impulsividad, tampoco son valorados, ya que sus profesores consideran que son trastos, como poco, o macarras, como mucho. En estos casos, sí, el TDAH está infradiagnosticado.

Luego están los niños o adolescentes que terminan en la consulta del especialista. Curiosamente, casi en su totalidad salen de ella con un diagnóstico de TDAH en una mano y una receta de Concerta o Rubifén en la otra. En unos casos la familia, por propia iniciativa, acude al psiquiatra, quien confirma un diagnóstico en base a la interpretación de la conducta del niño, que hacen sus padres. Pocas veces hablan de sus dificultades para educar a su hijo, del tiempo que este pasa solo en casa, de que intentan suplir con abundancia material la escasez afectiva,... Excusan al hijo, responden afirmativamente los item de las pruebas, y salen de allí con un hijo hiperactivo y la conciencia más tranquila (el niño no es malo, nosotros no lo hacemos tan mal, es que el pobrecito es TDAH). Es en estos casos, cuando considero que hay un sobrediagnóstico, se ve un trastorno cuando lo que hay es otra cosa, a veces menos grave, a veces peor. Se utiliza el presunto trastorno para excusar la conducta, de modo que esta se va agravando, las visitas al especialista se hacen más frecuentes, y las dosis de fármacos son aumentadas. Esto es, claro está, en los casos en los que realmente el problema no es un trastorno de este tipo.
Qué necesaria es la coordinación entre los servicios educativos y sanitarios para establecer el diagnóstico y la intervención. Algunas comunidades han aprobado protocolos con tal fin, pero ignoro si todas los tienen, y la eficacia de los mismos. El tiempo dirá si esa coordinación se lleva realmente a cabo y si sirve para mejorar las cosas.

Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

2 comentarios:

  1. Estoy plenamente de acuerdo con lo que has expresado. Creo que es muy grave la falta de información y de formación en general y en el profesorado en particular. Sólo conociendo el trastorno y cómo tratar a los afectados y al entorno podremos avanzar, pero para ello es imprescindible la unión de todos los que les rodeamos en su vida diaria. Necesitamos todo eso además de implicarnos de verdad con grandes dosis de ilusión y paciencia.

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  2. Totalmente de acuerdo con usted. Gracias por el comentario!

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