VIOLENCIA DE GÉNERO ESTRUCTURAL CONTRA LA MUJER EMBARAZADA

¡Menuda la ha armado el ministro Gallardón! A mí este hombre nunca me hizo "tilín" como alcalde; ahora bien, como ministro me tiene ganada.
La opinión pública arde, Twitter era un hervidero horas después de estas declaraciones. Prensa y TV le ponen de vuelta y media. Clínicas abortistas, feministas, izquierdistas, y demás "istas" claman contra Gallardón en arameo, lo cual debe ser terrible, por cierto.
Pues bien, este hombre tiene más razón que un santo, y parece saber de lo que habla. El ministro no es hombre que suela hablar al tuntún. (Este post se me inunda de frases hechas).

Hay una gran hipocresía tras este asunto y el "ismo" en que algunos militan de modo fundamentalista (feminismo, izquierdismo, marxismo, comunismo, etc) les dota de unas extrañas gafas de color rojo, que hace que todo lo vean de modo distorsionado.
Pero los que trabajamos con jóvenes, en mi caso desde hace muchos años, y hemos conocido casos de alumnas embarazadas sin desearlo -demasiados, por desgracia- sabemos que todo alrededor de ellas les encamina hacia el aborto: familias, amigos, profesores.
Las familias:
"ya que has metido la pata, ahora lo arreglas" o
 "¿qué esperas, que te cuide yo al niño?, sí, hombre, ahora que por fín me he librado de criaturas, no voy a volver a empezar, que yo también tengo que vivir", 
las amigas:
"¿vas a arruinarte la vida teniendo un niño?, piensa que se te acabó la fiesta a partir de ahora", 
los profesores:
"¿vas a tirar tus estudios por la borda?", "¿dejas el Bachillerato para preparar biberones?" 

Estas jóvenes no deciden libremente, como he oído decir por televisión a la médico (utilizo lo que algunos consideran sexismo en el lenguaje, pero "médica" me suena fatal") de una clínica abortista privada. Estas chicas son llevadas a la clínica, depositadas sobre una mesa camilla e intervenidas, sin que en muchos casos se les haya preguntado lo que deseaban hacer. Cometieron un error y la sociedad les obliga a repararlo, y el aborto parece ser el único modo de hacerlo. Hablo de casos de embarazo que he conocido, de alumnas adolescentes. Probablemente en mujeres adultas las situaciones sean distintas, pero en el fondo, tengo la sensación de que hace años abortar estaba mal visto y ahora está mal visto no hacerlo.
Verdad de la buena.
Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

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