Vidas pequeñas



Hay adornos pequeñitos, para espacios minúsculos.  Lugares donde algunas cosas se viven de un modo casi imperceptible; sobre todo la vida, las fiestas, las alegrías. Espacios íntimos en los que sólo cabe una persona o dos. Con sus vivencias, sus emociones, sus risas y sus llantos.
En esos sitios, la Navidad también es pequeñita, y casi no hay sitio para la melodía de los villancicos y los personajes del Belén. La Estrella apenas ilumina el cielo que se adivina tras la ventana y los llantos y las risas del Niño quedan silenciados por los llantos y las risas de los que habitan espacios tan pequeños.
La vida, a veces tan larga, pueda llegar a ocupar un espacio tan pequeño, que incluso respirar se hace difícil.
Un pequeño árbol de Navidad, en la única ventana. Un pequeño signo de ilusión para no renunciar a los sueños. Para no renunciar a la vida.
Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

2 comentarios:

  1. Bonito post, "Lagartija" ... me quedo con ese corte de tu contenido de hoy:

    La vida, a veces tan larga, pueda llegar a ocupar un espacio tan pequeño, que incluso respirar se hace difícil.

    Feliz noche y, ah, acuérdate de poner mañana noche el zapato en el balcón

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    1. Querido Enrique, no sabes cómo agradezco tan atentos comentarios. Aprovecho para felicitarte y desearte lo mejor para este año que acaba de nacer. Que los Reyes Magos sean generosos contigo y con tus seres queridos. Un beso enorme.

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