La principal motivación humana es el sexo, todos lo sabemos y no vamos a escandalizarnos a estas alturas. Algunos dirán que no es el sexo sino el poder, más yo pregunto ¿y qué es el sexo muchas veces, más que una pugna por el dominio?
Bien, si partimos de esta premisa, seremos capaces de analizar lo que nos ocurre, lo que ocurre a otros y lo que pasa en el mundo, en términos sexuales.
Vayamos pues, a hacer un ejercicio de psicoanálisis de la actualidad, de los últimos siete días, por ejemplo.
El sábado pasado tuvo lugar la gala de entrega de los premios Goya. Grandioso espectáculo de onanismo colectivo, en el que se exhiben todo tipo de ejercicios sexuales, de los más “normales”, hasta los que podríamos encuadrar en el campo de las parafilias. Van llegando los protagonistas y se muestran orgullosamente con todo tipo de poses para el disfrute de los <<voyeur>> de turno.
Exhibicionismo en estado puro
Durante la gala, unos y otros se pavonean en el escenario, desplegando plumas en un vistoso baile de cortejo. La actividad erotizante recurre a la expresión corporal y a la verbal con el fin de alimentar la libido de los presentes. Se pronuncian frases con el mero objetivo de “calentar” el ambiente, de seducir a uno o a todos, y esas frases y poses son recibidas con suspiros y gemidos de satisfacción.Según avanza el acto, unos y otros se van excitando con los calificativos que se pronuncian a modo de toqueteos simbólicos y el clímax se acerca cuando se gritan “soy el mejor, eres el mejor” y se frotan los egos de unos contra los egos de otros. Y al recibir en las manos el duro trofeo, lo acarician y ríen, y con los ojos vidriosos y la boca entreabierta, culminan el acto ante la mirada lujuriosa de quienes les han animado con aplausos y jaleos a lograr el clímax.
El lunes comenzó la semana con el juicio a Artur Mas. Alguien puede pensar que el ambiente judicial es asexuado, pero nada más lejos de la realidad. Todos hemos podido observar la cara de satisfacción del señor Mas, a lo largo de la jornada. Es posible que la seriedad del acto y la ceremonia de quienes lo protagonizaban, encendieran su excitación. El ex presidente ha exhibido siempre una personalidad delirante, en ocasiones histriónica, y esas características se relacionan también con una sexualidad extrema.
Artur Mas disfruta con estas situaciones, porque le va el rollo "poder-sumisión" y llevaba años soñando con una situación así. Ante él, personas varias que exhiben su autoridad con sus severos trajes oscuros. Personas en un plano superior, que lo rodean y le conminan a hablar o a callar, con un golpe seco sobre la madera. Y él allí, ante ellos, dispuesto a obedecer, sumiso. Todos contra Mas, y Mas sonriente, con la satisfacción recorriendo su espina dorsal, de arriba abajo, deteniéndose el escalofrío en el coxis, tomando la curva que le llevará derecho al clímax.
En esta semana hemos asistido también a momentos que uno no sabría si calificar de amor o de sexo. Pablo e Iñigo han roto, se les “rompió el amor de tanto usarlo”. Quizás no se amaban lo suficiente, quizás sólo era sexo. O puede, tal vez, que no lo hubiera y por eso se acabó el amor. Vaya usted a saber, en asuntos de pareja mejor es no opinar. En todo caso, fue bonito mientras les duró, con esas muestras públicas de afectividad y deseo. Aquel beso en el Congreso, esos arrullos al bebé de Bescansa, que bien podría haber sido el bebé Pablíñigo. Se acabó tan tierno romance, y "pa" mí que los celos han tenido algo que ver.
Desde que Pedro se acercó a la casa podemita, la relación entre los dos efebos se resintió. Es lo que tiene el amor, en el fondo, que no es para siempre, por mucho que nos empeñemos y ahora andan tirándose a la cabeza el ajuar entero. Ay, quizás les hizo falta algo más de cama, quién sabe.
Y para terminar una semana tan “excitante”, el cine nos trae la película “50 sombras más oscuras”. Nada de lo que vemos en el film llega a ser tan procaz, tan erótico, como las situaciones que acabo de describir. En la habitación roja de España, unos sacuden y otros gozan. Me temo que a los ciudadanos nos están dando pero bien. Ya que tiene que ser así, vamos a relajarnos y a disfrutar.
Genial reflexión
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegra que le haya gustado :)
EliminarTienes un blog ... distinto, genial. Lo del asexuado asunto del Más y las 50 sombras ... me han llenado mis ansias vitales de hoy.
ResponderEliminarUn abrazo, Lagartija.
Querido Enrique. Mis ansias vitales de hoy me las ha provocado a mí tu atento comentario. Un abrazo :)
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